Los 5 consejos fitness de Alex Ventura: Las vacaciones, un buen momento para cuidarte
Pese a la información que existe actualmente sobre la importancia de mantener un estilo de vida sano, donde la actividad física y una alimentación equilibrada juegan un papel fundamental, la gran mayoría de la población no cumple las recomendaciones mínimas de ejercicio necesarias para mantener la salud. Además, siguen aumentando las denominadas enfermedades hipocinéticas (por falta de movimiento) como la obesidad, trastornos metabólicos, enfermedades cardiovasculares, etc… Una de las excusas esgrimidas es la de la falta de tiempo. Dejando de lado un análisis más profundo sobre los motivos reales por el creciente sedentarismo de nuestra sociedad, lo cierto es que las vacaciones de verano nos brindan la posibilidad para dedicar más tiempo a uno mismo, para cuidarse.
En el otro extremo, nos encontramos con los deportistas, aquellas personas que hacen habitualmente ejercicio, en el gimnasio o practicando cualquier otra disciplina. Dentro de este grupo, una pequeña parte (aunque cada vez más creciente) forma esa categoría que podíamos denominar “fit-náticos”: entrenan 5-6 días por semana, suele ser un mismo tipo de ejercicio, se sienten mal si pierden un entreno, cuidan (obsesivamente) su alimentación,… ¡Son los que en verano aprovechan para entrenar más!
Desde estas líneas os dejo cinco consejos generales que pueden servir para cualquier persona para disfrutar de las vacaciones de verano y cuidarse al mismo tiempo.
- Establece un horario y rutina: un error común es el pasar de un horario laboral estricto a la anarquía y desorden total, donde nos vamos a dormir tarde, nos levantamos tarde, comemos fuera del horario habitual, etc… El disfrutar de la flexibilidad horaria que nos permiten las vacaciones no es sinónimo de descontrol. Establecer una rutina y horarios (para despertar y en las comidas) te ayudará a disfrutar del merecido descanso, a aprovechar el tiempo, y hará menos dura la adaptación a los horarios laborales. Dentro de esas rutina, será más fácil planificar y realizar cualquier actividad deportiva o recreativa.
- Mantente activo: Si eres de las personas que dice no tener tiempo para hacer ejercicio durante el año, ¡en verano no tienes excusas!. No intentes ponerte en forma en un mes, ni empieces ninguna actividad de intensidad alta. Es recomendable que busques actividades que se ajusten a tu condición física, que sean agradables y fáciles de realizar, que puedas llevar a cabo en familia, con tus hijos o grupo de amigos. En definitiva, que disfrutes haciéndolas pero que impliquen algo de actividad física (paseos andando o en bicicleta, excursiones, nadar, jugar con los niños…). Igualmente, ya que esta época del año es más relajada y solemos disponer de más tiempo para hacer las cosas, intenta reducir el uso del coche para desplazamientos cortos y, en su lugar, ves andando o en bicicleta. Si eres de los que entrena mucho habitualmente, ten presente que el cuerpo necesita periodos de descanso. El verano es un buen momento para que, sin parar totalmente los entrenamientos, hagas actividades distintas a las habituales y a menor intensidad. Si practicas algún deporte, puede ser un buen momento para centrarte en trabajar aquellos aspectos más débiles (u olvidados) de tu condición física.
- Come bien, ¡pero sano!: Por los mismos motivos que hemos comentado anteriormente, esta época del año nos permite dedicar algo más de tiempo para cocinar. No se trata de preparar comidas muy elaboradas, si no de evitar comer cualquier cosa como cuando llegamos a casa cansados de trabajar. Una vez más, intenta mantener un orden en los horarios de las comidas, planifica tus comidas y haz la compra según el plan. Es el momento perfecto para comer ensaladas y frutas, acompañarlas con pescado o carne (preferiblemente blanca) cocinada a la plancha. Limita el consumo de refrescos, cervezas, tapas y helados, que pueden estar añadiendo muchas calorías a tu ingesta diaria. Una buena estrategia es dejar medio preparada la comida del mediodía antes de ir a la playa o de excursión, de forma que al regresar a casa prácticamente no tengas que cocinar nada.
- Intenta mantener el peso: muchas personas se ponen a dieta en septiembre (uno de los buenos propósitos de principio de temporada), se desmadra en Navidades, vuelve a ponerse a dieta en enero, se relaja en Semana Santa, después quiere hacer un sprint para llegar bien al verano… ¡y en vacaciones se abandona totalmente! Esta estrategia suele acarrear un aumento de peso progresivo año tras año (los abusos de estas tres épocas no se ven compensadas por las buenas intenciones de cuidarse del resto del año), además de afectar negativamente en el carácter y estado de ánimo por pasar de periodos de privación a otros de excesos. Es preferible mantener un estilo de vida sano, que se mantenga todo el año, donde el 80% del tiempo comamos lo que nos conviene y un 20% seamos más flexibles y nos demos algún “caprichillo”, que pasar de épocas de control riguroso a otras de descontrol. No permitas que tu peso aumente durante el verano pensando que en septiembre ya irás al gimnasio o te pondrás a dieta… ¿Por qué estropear algo para arreglarlo mañana?
- Regenérate: Evidentemente las vacaciones de verano es una época de descanso y regeneración, tanto física como mental. Pero esto no significa no hacer nada en todo el día, y pasar de la actividad frenética de todo el año a estar todo el día tumbado. Duerme algo más de lo que haces durante el año, sin sobrepasar las 8-9 horas, haz una siesta de 20’-25’ después de comer, descansa, pero mantén una cierta actividad el resto del día. Aprovecha para hacer actividades que te gusten y mantengan la mente entretenida, como leer un libro, tareas de jardinería o bricolaje. Huye de las sesiones maratonianas de TV que, además de no aportar nada al intelecto, tiene efectos nocivos sobre tu salud. Reduce el uso del ordenador y del teléfono móvil. Desconecta. Si no haces ejercicio habitualmente y te mantienes activo durante las vacaciones, sentirás que la actividad física de intensidad baja-moderada te “carga las pilas” en lugar de fatigarte, te hace sentir con más energía y ganas de hacer cosas. Sin duda, es una buena inversión. ¿Te es familiar la sensación de pesadez, fatiga y falta de ganas para hacer cualquier cosa después de haber dormido mucho, pasar horas en el sofá viendo la TV o tras una siesta de 2-3 horas? Aprovecha las vacaciones para recuperarte del estrés físico y mental de todo el año, pero ten presente que una cierta actividad te ayudará en la recuperación y te hará sentir revitalizado. Si tienes la posibilidad, toma algún masaje o ves a un spa. Si eres deportista, dedica un tiempo a realizar alguna actividad como yoga, meditación, estiramientos o técnicas de masaje miofascial.
Estos consejos te ayudarán a recuperarte del cansancio acumulado de todo el año, a afrontar la nueva temporada con energías renovadas, al tiempo que estableces unos hábitos saludables que podrás mantener todo el año. ¡Feliz y sano verano!
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