Formación fitness: los profesionales mejor cualificados
Te contamos por qué la formación fitness y la especialización según el puesto de trabajo en un gimnasio son valores indispensables para cualquier profesional del sector.
Ya seas entrenador personal, monitor fitness o responsable de mantenimiento de las máquinas de un gimnasio, la formación especializada es un pilar básico para tu profesión. Este sector se configura como un ámbito laboral que requiere de conocimientos específicos en función de cada cargo. Cada empleado ha de ser autónomo, para ser capaz de poner a disposición de los usuarios de un centro deportivo todos los recursos a su alcance y convertir sus entrenamientos en un ejercicio óptimo.
En este artículo te explicamos por qué cada trabajador de un gimnasio debe tener una formación fitness apropiada y acorde a la tareas que va a desempeñar.
En la mayoría de los casos, muchos monitores de gimnasio son responsables de varias competencias dentro de un mismo centro. A pesar de tener un protocolo de actuación para cada puesto, poseer la formación pertinente para cada uno de ellos también es primordial.
Las personas dedicadas al sector del fitness son profesionales muy dinámicos y proactivos, con capacidad para adaptarse a los cambios y adquirir nuevas destrezas. Pero, a pesar de que cada uno pueda ejercer varias actividades, la especialización correcta para cada puesto es siempre la mejor opción.
El trabajo de un personal trainer, un monitor o un técnico de mantenimiento gira en torno a la consecución de un mismo objetivo: conseguir que el rendimiento del cliente que utiliza el equipamiento de un gimnasio se encuentre en su máximo nivel. No obstante, cada uno cuenta con unos compromisos y obligaciones particulares que se ven reflejadas en una formación fitness cualificada.
No es lo mismo ser monitor de pilates o spinning que dirigir una clase de Zumba, aeróbic o step. Cada profesor ha adquirido diferentes aptitudes a lo largo de su formación que lo hacen ser el mejor. Un entrenador personal está preparado para planificar programas de entrenamiento y diseñar rutinas de ejercicios, valorando las capacidades de cada deportista. Su finalidad es mejorar la condición física de cada persona e instaurar hábitos de vida saludable.
Los monitores de clases dirigidas deben ser profesionales que consigan transmitir motivación e implicación. Tampoco los monitores de entrenamientos de cardio o de musculación presentan las mismas características ya que cada ejercicio requiere de conocimientos específicos sobre cada grupo muscular, cómo ejercitarlo, sus posible lesiones y cómo tratarlas.
Algo parecido sucede con los técnicos encargados de la limpieza y cuidado de los equipos. Cada uno conoce cuáles son las pautas a seguir para realizar un correcto mantenimiento de cada máquina, dependiendo de si son cintas de correr, bicicletas de ciclo indoor o elípticas.
La conclusión es por tanto la necesidad de una formación fitness especializada para cada disciplina, puesto de trabajo y titulación, para ofrecer a los clientes de un gimnasio un servicio competitivo que los ayude a la consecución de sus metas sin riesgos y teniendo la confianza de que su entrenador y cada empleado del centro velará por su bienestar físico.