Las bicicletas estáticas reclinadas se han convertido en una opción muy demandada en los gimnasios, por aquellos socios que desean ejercitar la parte inferior del cuerpo sin llevar el peso y el impacto hacia su zona media.
Perfectas para personas en edad avanzada o con problemas de espalda y para deportistas con dolor crónico, se configuran como estaciones muy cómodas y sencillas de utilizar.
¿Sus puntos fuertes? Su posición más cercana al suelo y el gran apoyo del respaldo que permiten realizar un ejercicio muy similar al de otras bicicletas, sin forzar la postura y protegiendo al mismo tiempo la zona lumbar. Además, su máxima confortabilidad ayuda a que las sesiones de ejercicio sean aunque menos intensas, más largas, clave para mejorar el bienestar y la forma física de aquellos que necesitan cuidar con mimo su salud.