Los 4 errores más comunes en la gestión de gimnasios
Repasa con nosotros los cuatro errores en la gestión de gimnasios más comunes para evitar cometer fallos y hacer que la gerencia de tu centro sea todo un éxito.
La gestión de gimnasios es un trabajo complicado que requiere al profesional que lo ejerce formación especializada en diferentes sectores. El fitness, el económico o los recursos humanos suelen ser los más habituales. En otros artículos ya te hemos explicado cómo usar las redes sociales para gimnasios o cómo fidelizar a tus socios gracias al marketing online. Pero estos aspectos no lo son todo.
Un buen gerente también debe conocer cuáles son los fallos más usuales cuando se dirige un gimnasio, centro deportivo o estudio de entrenamiento personal. Por ello, seguimos la línea de anteriores artículos. Te contamos cuáles son los cuatro errores en la gestión de gimnasios más comunes. ¡No te pierdas nuestra lista y domina el tema!
Liderar un equipo, elaborar un plan de captación, buscar nuevas fórmulas para conseguir el compromiso de tus clientes son, entre otras, algunas de las tareas de la persona responsable de la dirección de un gimnasio.
Los administradores de este tipo de centros suelen estar muy preparados y contar con gran experiencia en materias como el marketing, la comunicación y el ámbito de los entrenamientos y las actividades dirigidas. Una mezcla entre ambos mundos que ha creado un perfil profesional muy necesario en el actual sector.
Pero, ¿cómo administrar un gimnasio de forma eficaz? Atento porque a continuación podrás ver cuáles son los cuatro errores en la gestión de gimnasios más comunes para comprender qué practicas evitar para tener éxito.
Lista de errores en la gestión deportiva más habituales
1. No tener claro el posicionamiento y no contar con una planificación
Antes de montar un gimnasio o de decidirte a formar parte de su dirección debes tener en cuenta cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo y qué posicionamiento va a tener el centro. No es lo mismo ser un gimnasio de élite, un gimnasio 24 horas o un gimnasio low cost. ¿A quién te diriges y por qué?
Piensa en cómo quieres que te reconozcan y qué imagen quieres dar y elabora un plan de negocio en el que incluyas estrategias de marketing, publicidad, comunicación, ventas y fidelización. No hay mejor acierto que contar con un posicionamiento indiscutible y una buena planificación.
2. No saber cuáles son las cifras reales
¿Cuántos socios se han conseguido durante el último mes? ¿Cuántas veces vienen a la semana? ¿Cuántos han abandonado el gimnasio? Responder a estas y otras preguntas relacionadas con el número de socios, su frecuencia en el gimnasio y las horas puntas de tus instalaciones son clave para determinar qué acciones realizar y por qué. El horario, los eventos, promociones y ofertas están marcados por este tipo de números que establecen la diferente entre una gestión de gimnasios adecuada y una gestión de gimnasios excelente.
No prestar atención al número de altas, bajas o al margen de ventas de los diferentes meses y años puede ocasionar que se cree un plan de acción totalmente erróneo.

3. No utilizar un sistema de análisis y control
Para poder llevar a cabo con eficiencia el punto anterior, poder contar con una base de datos actualizada de socios y ex socios y controlar los accesos al centro es necesario utilizar un sistema que permita automatizar estos procesos y ayude a tus empleados a realizar su trabajo. Todas las cuestiones vinculadas a los cobros, pagos, tarifas, formularios, estadísticas estarán recogidas en él. ¿Cómo si no podrías cruzar datos y entender en qué punto se encuentra tu gimnasio?
4. No trabajar en equipo
Un gimnasio se conforma de todos los profesionales que trabajan en él. Desde la persona encargada de la gestión del gym, pasando por sus monitores, entrenadores personales, técnicos, administrativos y personal encargado del mantenimiento. Que se conozcan entre ellos y sepan cuál es la labor de cada uno es importante para el buen funcionamiento del centro.
Un buen gerente también debe saber delegar, escuchar y comunicar a los empleados cuáles son las metas del gimnasio. Trabajar unidos es la mejor forma de alcanzar los objetivos.
Y por supuesto, no olvides mantener a tus staff motivado. ¡Esto es esencial!
Sin duda, estas pautas son altamente eficaces en la administración de un gimnasio. Pero, ¿qué otras equivocaciones a la hora de gestionar un gimnasio añadirías a esta breve guía? Déjanos un comentario y cuéntanos tus experiencias. Seguro que entre todos podremos colaborar y crear una lista con recomendaciones y consejos sobre cómo ser el mejor jefe y director de un centro fitness.
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